martes, 11 de febrero de 2014

Qué son los Antojos y Cómo controlarlos

Los antojos no solo son para las embarazadas. Si alguna vez has tenido la sensación de que necesitas comer chocolate, caramelos o patatas fritas, es debido a que este tipo de alimentos tienen un efecto en nuestro cerebro similar a las drogas o al acohol. Estimulan el centro de recompensas del cerebro, liberando de esta manera, las endorfinas, que son las hormonas que nos proporcionan esa sensación de placer y bienestar, pero que pueden llegar a ser adictivas.
El verdadero problema es cuando empezamos a relacionar esa sensación de placer con ese tipo de alimentos.


¿Cómo podemos controlar los antojos?
- En la mayoría de los casos confundimos la sed con el hambre. Mucha gente pasa el día deshidratada. La primera medida ante un antojo es beber agua.
- Evita comer alimentos azucarados en el desayuno.
- Evita edulcorantes artificiales, ya que si los consumimos, estamos engañando al cuerpo. Nuestro cerebro percibe el dulzor y espera recibir azúcar, pero como el azúcar no va a llegar, aparece el antojo. Consume Stevia natural.
- Come fruta.
- Distrae tu mente.

Superada la prueba, si el antojo persiste podemos analizarlo:

Chocolate
No quiere decir que tu cuerpo tenga un déficit de chocolate, aunque a mucha gente le gustaría que eso fuera verdad. El chocolate es rico en magnesio, y el antojo puede indicar una carencia de este elemento. Si comes chocolate, que sea negro y con bajo contenido en azúcar, pero hay mejores sustitutos, como las almendras, el pescado o las espinacas.

Dulces
Cuando te apetece algo dulce, puede ser que estés sufriendo subidas y bajadas de glucosa en sangre. Los dulces te proporcionarán un subidón de energía, para volver a caer en picado al cabo de unas horas. Es mejor que comas con más frecuencia y carbohidratos que se absorban más lentamente. El desajuste de azúcar se acentúa cuando falta cromo. Hay cromo en las verduras de hoja y en el hígado, pero no suficiente. Piensa en tomarlo como suplemento.

Salados
Si te mueres por unas palomitas bien saladas, puede que lo que tengas sea demasiado estrés. El estrés tiene trabajando constantemente a las glándulas suprarrenales produciendo hormonas, y llega un momento en que no funcionan a pleno rendimiento. Como estas glándulas también regulan el equilibrio de las sales, puede hacer que perdamos sodio. En un experimento, unos minutos de relajación y respiración profunda bastaban para reducir el antojo de saladitos. Para no perder sodio, conviene tomar además potasio. Que tu sal de mesa sea natural, no refinada.

Grasas
Cuando buscas con desesperación queso o fritos, puede que te falten ácidos grasos esenciales. Lamentablemente, en muchos casos no los encontrarás ahí, ya que nuestras dietas son deficitarias en Omega 3. También puedes tener deficiencias de vitaminas A, D, E y K, que son liposolubles, es decir, que se encuentran en las grasas, aunque los aceites refinados las hayan perdido. Toma frutos secos para conseguir grasas saludables y vitaminas liposolubles, o si no hay más remedio, suplementos.

Alcohol
El antojo de beber alcohol o drogas (como la marihuana), además de que son sustancias adictivas, está relacionado con la necesidad de más proteínas, calcio y potasio. La carne y el marisco te proporcionarán estos nutrientes, además de las legumbres y cereales integrales.




Sánate: "Tu Equilibrio es Tu Bienestar"


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